Sketchy
- Marcos Gendre
- 09/04/2021
Tras haber tocado fondo con un álbum repleto de formas excitantes pero carente de contenido como “I Can Feel You Creep Into My Private Life” (18), Tune-Yards retoman la senda de la inspiración, aunque lejos de hitos pasados como lo fueron “Whokill” (11). De hecho, en esta nueva muestra de R&B arty cuando lucen con más brío es en sus episodios menos arriesgados, ya sea en el energético soul pop de “Make It Right” o en “Hold Yourself”, donde se explayan en el reflejo Stereolab, moldeado con el inconfundible ramalazo R&B del que hacen gala últimamente, el cual llega a ser redundante en cortes menores como “Sometime” o en la explosión colorista de “Under Your Lip”, donde, más que nunca, emergen sus intenciones por formular un discurso menos experimental, cediendo la parte más interesante de su metodología en pos de una proyección más concreta de la canción pop.
En este trasvase desplegado a lo largo de las once canciones que conforman tan típico disco de transición, la materia dub ha sido prácticamente extirpada de su plan de trabajo. Tampoco quedan rastros de su conexión art-punk. Puntos de engarce pasados con el lado más magnético de un grupo que, en su momento, llegó a jugar en la misma liga que grandes de la actual heterodoxia pop como Micachu & The Shapes o Dirty Projectors. Sin embargo, esa vía ha quedado totalmente tapiada, salvo en cortes como la genial “Homewrecker”, donde suenan como una banda hermana del grupo de Mica Levi.
Cortes como este último avivan la esperanza de que, en un futuro próximo, lo que en este disco suena a notable bajo, pueda ser un sobresaliente en el futuro. Por lo de pronto, saboreemos tan gustosa ración de R&B mutante, capaz de destacar por pura inercia.